domingo, 28 de febrero de 2010

Dominación Femenina vs dominación masculina


Siguiendo la estela del anterior artículo, tocaba hablar de la Dominación Femenina vs la dominación masculina. Así que entraremos a analizar aquellas diferencias que a priori existen entre ambos tipos de dominación.

Social y tradicionalmente, está bien visto que el hombre sea dominante y que la mujer sea sumisa. Las tradiciones a lo largo de la historia han marcado los roles de cada uno de los géneros. Desde los albores de la humanidad hubo una división clásica del trabajo que acabó subyugando a la mujer a un papel de subordinaje. Incluso los rituales de cortejo han perdurado hasta hoy en día, siendo el hombre quien lo protagoniza seduciendo a la mujer. Pero afortunadamente, la mujer cada vez mas se muestra también dominante, no desde la sombra, como podría explicarse antaño, sino de manera activa, en las relaciones de pareja en la actualidad.

Sin embargo, y aunque esté muy bien visto que el hombre sea dominante, últimamente esta percepción está cambiando, sobre todo a raíz de los maltratos que sufren las mujeres por parte de sus parejas. Es evidente que esto, nada tiene que ver con las prácticas sado-masoquistas, pero mentes poco lúcidas pueden llegar a relacionarlo.

Así pues, la discriminación positiva que vivimos en la actualidad podría jugar en contra de los hombres dominantes, y a favor de las mujeres dominantes.

Otro factor interesante de analizar son los servicios profesionales que ofrecen Amas y Amos. Hay muchos mas servicios profesionales de Amas que de Amos, y los pocos que hay de estos últimos, van dirigidos casi exclusivamente a gays. Generalmente, en el caso de las Amas, no hay ningún tipo de servicio sexual, es decir, no existe sexo entre la profesional y el cliente, y a lo mas que puede aspirar el sumiso de turno, es a masturbarse en presencia de la Ama o ser penetrado mediante un arnés. Rara vez se llega a mas, entendiendo por mas, dar placer oral a la Ama. Nunca se llega a la penetración. Esto hace que la Dominación Femenina profesional, no sea considera por ellas mismas como prostitución y a la vez, sea una manera sencilla de obtener buenos ingresos.

Sin embargo, los Amos si suelen utilizar el sexo en sus relaciones profesionales, aunque en un único sentido: mamadas, penetraciones anales, etc.etc.

En las relaciones amateur también difieren bastante, sobre todo en la cuestión sexual. Un Amo centra la relación en el componente sexual casi al 100 %, mientras que una Ama no le da tanta importancia al sexo (en cuanto al sumiso se refiere). Evidentemente hay de todo, pero por regla general se transciende lo directamente sexual y no es preciso su concurso. En todo caso, el sexo se puede buscar con otro hombre, no sumiso, para así humillar a la parte sumisa.

Una Ama prefiere diversificar los placeres, incluyendo el placer de ser atendida como una Diosa (masajes, servitud). Ellas prefieren controlar el sexo de los sumisos, por que saben que es ahí donde radica el potencial del sumiso: negándoles el orgasmo controlan el nivel de sumisión y adoración del sumiso hacia la Ama.

lunes, 22 de febrero de 2010

Sumisión Femenina vs sumisión masculina



Tod@s l@s sumis@s,, mujeres y hombres, llegamos a la sumisión por muchos caminos, y no se puede generalizar diciendo que somos así o de otra manera. Cada uno es diferente, pero solemos tener algunos puntos coincidentes. Pero diferencias de género, también las hay, tanto en la sumisión, como en la dominación.

Intentaré analizar las diferencias entre sumisas y sumisos dejando de lado el componente sadomasoquista.

Generalmente, los hombres somos muy visuales. Por encima de todos los sentidos, la vista es el sentido mas utilizado cuando estamos con una mujer. Y sobre este sentido juega un papel muy especial el fetichismo. Nos encanta ver a la mujer con esos objetos que multiplican su belleza natural. A veces un camino que suele llevar a la sumisión es el fetichismo, sobre todo cuando este está relacionado con las típicas prendas que una Ama suele llevar. Eso no quiere decir que la mujer no sea también fetichista, tan solo que lo vive de otra manera. Ellas, suelen vivirlo fetichizando su propio cuerpo, para disfrute del propio Amo.

La atracción que suele conllevar la inversión de los roles tradicionales, es otro de los motivos que suele llevar a los sumisos varones a la sumisión. Tiene mucho morbo que la mujer domine al hombre, sobre todo en la sociedad en la que vivimos. En cambio, muchos pueden pensar que ser sumisa es una actitud acorde con la misma sociedad, aún en los tiempos del feminismo. Pienso que no tiene nada que ver. Una mujer puede ser autónoma, independiente, feminista, y aún así buscar una vía de escape para dar rienda suelta a sus fantasías, o liberarse del rol social dominante. Esto último también sería aplicable al sumiso.

A diferencia de la mujer, la castidad suele ser una fuente de profundización en la sumisión de los varones. El control del sexo masculino tiene una profunda connotación humillante, a la par que incrementa la sumisión conforme se incrementa el deseo hacia la mujer. El uso de cinturones de castidad sería caso aparte, puesto que para ambos sexos existen gran variedad, aunque me atrevería a decir que en el caso masculino suele ser otro motivo de humillación extra, pues nos hace recordar que históricamente era un utensilio para someter únicamente a las mujeres.

Las fantasías, como no, suelen ser otro de los caminos que llevan a la sumisión. Fantasías en las que los hombres son esclavos de las mujeres, fantasías de castración, o en el caso de las mujeres , fantasías en las que la mujer es violada por un hombre o forma parte de un harem. Las fantasías extremas, como las que he mencionado antes, nunca pueden ser llevadas a termino, pero si que pueden influir en que una persona se adentre en el BDSM.

Probablemente, a much@s sumis@s nos lleve a la sumisión el recuerdo inconsciente de una figura autoritaria: una maestra, un padre, etc. etc. En cambio, y sobre todo en el caso de las mujeres, no creo que el "tradicional", obsoleto y anticuado rol de la mujer en el mundo machista pueda llevarlas a la sumisión. Este puede ser uno de los errores que suele tener la sociedad, pues es mas fácil y cómodo relacionar a la mujer sumisa con alguien que le gusta vivir en una sociedad machista, como si la sumisión fuera algo natural, en el caso de la mujer. Y es que cabe diferenciar lo que es el BDSM de lo que es la vida real.

En lo que si que debemos coincidir hombres y mujeres sumisos, es que ambos buscamos explorar y romper tabúes y convencionalismos sociales, liberarnos del corset que la sociedad nos aplica a todos, y para ello, se necesita ser muy valiente. Y francamente, la valentía no cuadra con la típica imagen de las mujeres sumisas que todos conocemos en la vida real.

Y para acabar, solemos también caer en el error que la persona sumisa, hombre o mujer, suele ser dependiente de la persona dominante. No olvidemos que antes que sumisos, somos personas libres, y que tan solo estamos practicando una afición a tiempo parcial. Y cuando lo hacemos, jugamos bajo una reglas y con unas garantías.