martes, 5 de febrero de 2008

Analisis del Amante Lesbiano (Lectura y Comentarios) Tercera Parte




En esta ocasión, el protagonista se encuentra con el padre, que le explica buena parte de su vida. Como conoció a su esposa, la madre, y anteriormente a la hermana de esta. La madre estaba claro que era dominante, cosa que atrajo al padre, en contraposición al carácter sumiso de la tía Luisa. Su forma de dominarlo en la cama era montarlo.

El padre continúa explicándole a su hijo los motivos del cambio en su vida a partir del congreso de Teherán. Allí fue donde conoció al gran señor Zadar, un sultán con el que intimó, en la relación Amo/sumiso, de una manera muy romántica. De hecho el se sentía desde siempre como la esclava de las mil y una noches, y fue allí, con ese gran señor, donde por fin hizo realidad su sueño.

Por fin llega la tan esperada segunda cita con Farida. Ella pasa a recogerlo en un coche deportivo por su casa. Él como siempre, queda prendado al ver su forma de vestir tan elegante, que en esta ocasión además se complemente con guantes para conducir y calzado exclusivo para ese menester. Ella le lleva al Golden House, un centro de cine con restaurante en la torre. Primero van al cine, y posteriormente suben a lo alto de la torre a cenar. Allí entablan una conversación, sobre el trabajo que realiza ella. Ella no es una psicóloga/psiquiatra, pero tiene una clínica donde desarrolla una terapia llamada Ipsoterapia, que consiste en conseguir liberar a los pacientes de las restricciones sociales que impiden el verdadero desarrollo personal. Es decir, ayudan a ser aquello que el paciente desea ser y que no es bien visto por los condicionantes sociales. Precisamente, ella le presenta un paciente suyo que está bailando. Ese paciente desea ser llevado, como lo demuestra cuando saca a bailar a la pista a Farida. Cuando regresa de la pista y se sienta, el se atreve a besar el empeine de sus zapatos, ya que eso es precisamente, lo que deseaba hacer. Tras disculparse, al despedirse, ella le entrega sus zapatos, para que sirvan de inspiración a una poesía que le ordena que haga para el día siguiente.

El realiza una bella poesía al tiempo que se calza los zapatos. Y en esos momentos que el vibra se le aparece su dios, esta vez en forma de diosa, ya que esa es la manera en que se siente en ese momento, femenina. Su dios le reafirma en lo que está haciendo, y en los pasos que realiza en esa dirección. Al día siguiente, le llega un paquete. Es de Farida. Son unas medias. El siente la necesidad de ponérselas, y así lo hace. Se siente de maravilla con ellas puestas, pero necesita buscar la conformidad de su madre, en el retrato que tiene en una de las habitaciones. Siente que tiene que reafirmar su nueva condición ante su madre. Finalmente combina sus medias con los zapatos, que los tiene entronizados en su mesilla. Las sensaciones que experimenta son maravillosas.

Como no recibe noticias de Farida, se va al Goleen, y allí recibe una llamada de ella. Ella le interroga sobre el regalo, y el confiesa todo excepto que tuvo la necesidad de pedir permiso a su madre. Ella se siente satisfecha, y le dice que le devuelve la cita, esta vez, en su clínica. Allá lo cita, y allá se dirige al día siguiente.

Allí está ella, que le explica mas cosas acerca de la terapia. Como por ejemplo el caso de las niñas chinas, que por motivos sociales, las madres les vendaban los pies para que no creciesen, ya que consideraban que era mas estético que los pies fueran muy pequeños. El se siente mal por no confesar que tuvo que pedir permiso al retrato de su madre y desembucha, y ella le perdona por no habérselo comentado.

Ella le muestra un cuadro en el que figuran las diversas condiciones humanas, combinadas entre sexo, género y rol, en total 16, y le certifica que la sociedad solo admite dos de ellas. Las demás son consideradas perversiones. El al ver esto, confiesa que le gustan las mujeres, pero que se siente del género femenino, por tanto es lesbiano. Ella le corrige diciendo que es lesbiana, ya que debe asumir su género.

Finalmente ella le muestra el resto de la clínica. En ella hay mazmorras en las que, los pacientes que lo desean son azotados, o azotan. Es mucho más acogedor que las mazmorras comerciales, pero no falta de nada. Con todo ello le dice que el camino no va a ser un camino de rosas, sino en todo caso de espinas con rosas. Y le solicita si está dispuesto a realizarlo, a lo que él responde afirmativamente.

Todo ello hace que por fin inicie una nueva vida, la vida que deseó tener y que por condicionamientos sociales, no le tocó vivir.



Comentario de lo leído hasta la página 80.


De todo lo leído en esta ocasión, me gustaría comentar los siguientes puntos:

- El padre se sentía excitado con su mujer cuando ella le cabalgaba. Era la manera de sentirse hombre, siendo sumiso en la cama. En todo caso, el buscó una mujer dominante, que pudiera dominarlo, aunque fuera en la cama. Y dejaba ser montado por que era la manera de sentirse sumiso ante ella.
- El hecho de que un sumiso consigue convertir a su dominante en un instrumento para su placer. Es enrevesado, pero es lógico que sea así. El sumiso busca ser domado y incluso en algunas ocasiones, ser castigado. Es cuando el dominante, sin saberlo, puede convertirse en un instrumento para el placer del sumiso. En todo caso es así, cuando el sumiso es masoquista.
- El protagonista besa el empeine de Farida. Es más bien un acto reflejo, fruto del deseo de mostrar la sumisión hacia ella, pero también de la atracción que ejercen sus pies en él. Pide perdón por hacerlo, pero ella alza su mano, aunque no le castiga, aunque dice que debería hacerlo, no por el hecho en sí de besar el pié, sino por el hecho de pensar que está mal lo que ha hecho. Como bien dice ella, no le ha hecho ningún daño besar su pie, a ninguno de los dos. Esto me hace pensar que me pasaría a mí, si decidiera tomarme esa libertad con Usted, Señora. Creo que no lo haría sin antes pedirla permiso, Señora.
- El escrito que describe los sentimientos mas puros y profundos que él siente hacia ella, a través de sus zapatos. Sus deseos y metas, todo con mucho sentimiento, hace que sea un escrito muy bonito.
- Bonita descripción del castigo, del dolor, y de la entrega en definitiva. No es un camino de rosas, sino una camino de espinas con rosas, lo cual hace mucho más valorable y sincera la entrega, por ambas partes.
- El cuadro que muestra las diferentes variaciones de las persona. Sexo, Género y preferencia. Muy interesante sin duda. Tanto que me hace pensar en como aplicármelo a mí. En cuanto al primero y al último lo tengo muy claro, pero dudo acerca de mi género. Siempre he pensado en que era masculino, pero algunas cosas acerca de mi, me hacen tener dudas al respecto. Es un tema que me gustaría profundizar con Usted, por que no lo tengo nada claro.
- Siempre había visto el tema de los azotes desde la óptica del sumiso. Pero no me había imaginado lo difícil que tiene que ser azotar. Me refiero también al esfuerzo y al dolor, si cabe, que se siente al azotar. No tiene que ser nada fácil. Y estas líneas me han abierto la mente al respecto.

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