miércoles, 6 de febrero de 2008

Analisis del Amante Lesbiano (Lectura y comentarios) Cuarta parte y última




En esta parte de la lectura, el protagonista visita de nuevo la clínica de Farida, esta vez para iniciar el tratamiento. Ella le enseña las dependencias, y le asigna una tarea para el día. Deberá encargarse de la limpieza. Para ello deberá vestirse apropiadamente, con las ropas que hay en un armario y que Farida le muestra donde está. Ella debe marcharse, pero espera que a la vuelta todo este correcto. El sigue sus instrucciones, y se viste para la ocasión con ropas de mujer modestas. Escoge unas bragas tipo pantaloncito para evitar que se vea en exceso su “bulto”. Realiza las labores de la casa, y una vez acabadas, piensa en algún regalo de bienvenida para Farida. Decide coger unas flores del jardín, y ponerlas en un jarro en su despacho. Al llegar Farida, parece no agradarle las flores que le ha recogido. Revisa el trabajo realizado, y sobre todo, revisa la ropa que ha decidido ponerse el novicio. No le parece mal la parte exterior, pero en cambio se disgusta al saber que ha escogido esas bragas para intentar ocultar el busto de sus genitales. Es entonces cuando decide darle una explicación de su anatomía. Según ella, su clítoris está hipertrofiado, sus ovarios caídos, y su vagina echada para atrás, confundiéndose con el ano. Tiempo después, él se arma de valor, y decide pedirá Farida que necesita tener un nuevo nombre para su nueva condición. Ella decide bautizarlo con el nombre de Miriam, en un bidet: no escoge casualmente el bidet, sino que le hace saber que aquel utensilio es el lugar donde más de cerca ha podido ver vaginas. Ella agradecida hasta el momento de la entrega de su novicio, decide enseñarle su lugar secreto, un lugar que conduce al desierto desde su casa, a una jaima que heredó de su abuelo. Su santuario. Allí el se muestra todavía mas entregado. Ella le cuenta que jamás ha llevado a nadie allí. También le cuenta que tuvo una decepción, alguien en quién había depositado muchas expectativas y que le defraudó, y teme que pueda darse el caso con él. Él por su parte, le asegura que no será así.

Ella decide entregarle un regalo. Una cadenita, que deberá ponerse para unir ambos pies, y que no le permitirá dar grandes pasos. Al día siguiente ella decide llevar a su novicio de compras. Antes de ello, le pone un collar de sumiso para que lo lleve encima. Lo lleva a una tienda de ropa femenina, y allí pide ropa para él. El se siente humillado al pensar que es lo que pensará de él la mujer que lo atiende. Pero se da cuenta que también es una tienda especial, donde hay tallas femeninas unisex. Cuando Farida acaba con la compra para él, ordena a su Novicio que la espere en el bar que hay en la planta inferior. Pero al llegar allí, recuerda que se ha dejado el collar en el probador, y decide subir aprisa antes de que su maestra se de cuenta de ello. Sin pensarlo, abre la puerta de probador, y encuentra, semidesnuda a su maestra, que reprocha su conducta. El se muestra sin palabras, embobado, intenta disculparse, pero es demasiado tarde. En todo el viaje de vuelta se intercambian palabras. Ella está muy disgustada con él, y sin entenderlo, decide marcharse de viaje. Está claro que él sin quererlo ha tocado una fibra sensible en ella. Tanto, que ha necesitado irse unos días para meditar. Pasan los días, y el se inquieta ya que no ve el día que volverá su maestra. Con su nueva tarea, conoce a pacientes de la clínica. Un día, sufre un incidente, cuando uno de ellos se abalanza sobre él, para intentar violarlo, pero el reacciona como mujer, intentando quitárselo de encima. Este desafortunado hecho, le hace ver que finalmente ya es una mujer, y le hace comprender a la vez, el disgusto de su maestra, al abrir la puerta del probador. Por fin regresa su maestra. Él acude de inmediato a la clínica para recibirla y confiesa haber comprendido por que se enfadó con él. Ella a la vez confiesa que necesitaba irse, con su amiga Julie, para someterse a ella, como sumisa, para aclarar las ideas, y para no perder el control. El solicita que lo marque, para ser su propiedad, y ella decide marcarlo orinando sobre, como lo haría cualquier macho para marcar su territorio. El le suplica que desea por amor que le azote. Ella le revela que es una prueba muy dura, tanto para ella, como para él. En la cena, ella lo penetra, ya que desea que sienta en su interior lo que siente una mujer al ser penetrada. Es una prueba durísima para él, pero que consigue superar. Al acabar la velada, ella le entrega un sujetador, con espinas en el interior (un cilicio), que deberá llevar toda la noche. Por la mañana, deberá servirla en su habitación, será azotado, esta vez en la jaima, y al final de los azotes, ella le dará un hermoso beso, que le hará olvidar todo el sufrimiento. Ella está contenta con la entrega que le ha demostrado su novicia. Así que le permite hacer el sacramento, que consiste en que dar todo el placer a su maestra a través del sexo oral. Todo en penumbra, debido a la larga falda que lleva.
Al día siguiente, sale al jardín, y se encuentra con el tío Juan. Le explica lo feliz que es ahora, y este le explica la historia secreta de Farida. Parece ser que fue prometida en matrimonio de joven a un príncipe de una tribu vecina. Ella se negó a contraer matrimonio, y ese joven se sintió muy ofendido. Una vez, cuando visitó a sus familiares, fue violada por el joven príncipe, y ambas familias acordaron una salida honorable al incidente. Pero como es evidente, ella no le perdonó. Un día, cuando el joven príncipe cabalgaba en su caballo, fue asesinado por alguien, de un tiro certero. Muchos opinaron que quien le había matado era Farida, pero nunca se supo. Esa revelación acabo de confirmar el por que del miedo que tenia Farida a cualquier relación con un hombre. La historia acaba, cuando ella, totalmente enamorada de su novicio, decide romper el juramento que un día se impuso, de no volver a tener relación alguna con un hombre. Ella permite que el la penetre, siendo un igual. Pero el decide que sea ella la que lo monte. No desea tenerla sumisa, sino ser el sumiso que va a ser montado por ella. Cuando ambos están en el clímax, ve en el perfil de ella, el retrato de su madre, y exclama “mamá !!”
Quizá todo ha sido un sueño, quizá producto de una mente moribunda, o quizá esto es lo que le esperaba en el paraíso, el hecho es que aparece muerto en la recepción del edificio donde estaba la clínica que visitaba para controlar su enfermo corazón. Lo último que dijo al morir, fue mamá.

Comentario de lo leído hasta la página 137

Pues bien, llegamos al último comentario. Esta vez ha sido una lectura muy entretenida, llena de cuestiones importantes, que desearía comentar a continuación.

- No estoy de acuerdo con la explicación anatómica que se dan entre las líneas 3998 y la 4012. Se nace de un sexo, y se muere con ese sexo, aunque en el género se piense en lo contrario. Nada hay nada que pueda disimular el sexo con el que se ha nacido, ni siquiera una operación quirúrgica. Probablemente para algunos una operación sea la manera de cambiar de sexo. Yo no lo veo así. Bajo mi punto de vista, y aunque te hayan castrado, no eres una mujer y reconstruido los órganos sexuales externos, no eres una mujer. Sería necesario una reconstrucción interna y hacer que esa reconstrucción externa sirviera para algo más que un adorno. Una mujer nace, y solo la mitad de la humanidad tiene ese honor y privilegio.
- Ella fue una Ama profesional. Pero nunca disfrutó de ello con los hombres. Puso esperanzas en encontrar alguien que valiera la pena como sumiso, pero realmente no lo eran. Al salir de la habitación, eran tan machistas como cualquier otro hombre. Para llegar a ser Ama tuvo primero que ser sumisa. Quizá sea cierto que para llegar a ser Ama(o) has de haber sido anteriormente un sumiso(a), para saber comprender el espíritu de los sumisos.
- Habla de lo duro que es azotar. No es la primera vez que aparece este comentario. Como dije anteriormente, no me imaginaba que fuera doloroso. Pero aquí lo explica muy claramente. Son vasos comunicantes. El dolor nace en el cuerpo del sumiso, y se traslada a través de látigo al brazo de quién azota. Interesante, por que abre una nueva perspectiva con la que no contaba anteriormente. Y en estos párrafos, habla de azotar con amor. También muy interesante, sin duda.
- El marcado. Siempre me hubiera imaginado el marcado como la imposición de una marca, al fuego, como un piercing, o un tatuaje, algo difícil de quitar y de borrar. Pero sin duda es un buen marcaje el orinar encima del sumiso. No lo había visto nunca así. Es algo profundo y simbólico, que no deja ninguna marca al contrario que los otros métodos.
- El sujetador de cilicio. Buena manera de torturar los pezones. Al margen de eso, creo recordar que me preguntó una vez si sabía lo que era un cilicio (creo que me preguntó eso). Lo único que sabía es que era algo relacionado con la religión y lo relacioné erróneamente con algún tipo de látigo utilizado por los monjes o monjas. Ahora, y si es un cilicio lo que me preguntó, ya se lo que es y para que se usa. No me imagino, con los pezones tan sensibles que tengo, el mal momento que pasaría.
- Toda la escena de los azotes. Es preciosa en si misma, y me ha traído muy gratos recuerdos a mi mente. Me explicaré:

El hecho de besar el látigo. Muestra de sumisión. Sabes que te va a doler, pero es un beso simbólico, de aceptación, de sumisión al castigo y a la persona que va a castigarte.

Las dudas acerca de si será capaz de resistirlo. Será que en todos los sumisos aparecen esos pensamientos de no ser capaz de resistirlo, de defraudar a quien te entregas. Me recuerda mucho a mí, Usted ya lo sabe.

Uno, Gracias Señora

Dos, Gracias Señora

Tres, Gracias Señora

….
Otro motivo que me recuerda mucho al primer día en que me sometí a Usted. Dar las gracias por cada golpe, reafirmando a cada golpe a quien perteneces, y con el temor a descontarte. Por que Señora, Usted no me lo dijo, pero en aquel momento, temí descontarme y que Usted se diera cuenta. De hecho, hubo un momento, en una pausa, en que me olvidé del último número que había pronunciado. Hice un esfuerzo, y lo recordé, por intuición. Es posible que acertase con mi intuición. Pero si no fue así, si Usted se dio cuenta, no me lo recriminó.
Y finalmente, en toda esa escena, la culminación, ese beso feroz, ardiente, intenso, que hace que el tiempo se pare, y que se olvidé todo el dolor soportado. Algo francamente muy bello.
- El sacramento. Confieso que la lectura de este apartado me ha gustado en especial, como hombre sumiso que soy. No solo por el hecho en sí de dar todo el placer posible a través del sexo oral, sino también por la parafernalia. Me explicaré: quizá sea un fetiche más de los que tengo, y que no le he explicado, por lo que aprovecho para hacerlo, pero me atraen mucho el perderme por dentro de una falta larga de mucho vuelo. Lo encuentro muy erótico en sí, tanto la visión de una mujer que viste con una prenda así, como la que pudiera tener en penumbras en su interior. Por todo ello, me ha gustado esta parte del texto.
- Aquí haré dos comentarios. El grito a su Mamá. ¿Quiere decir que en realidad el lo que busca en Farida, es a su madre? ¿Realmente si es así, lo que sentía por su madre era más que una atracción? Esto me hace pensar en mis primeros comentarios acerca del complejo de Edipo, aunque como bien dijo Usted, no era así, ya que el no tenia ningún odio hacia su padre. Pero por otro lado, pienso que en el momento de darle el infarto, pasó por su cabeza, toda su vida, o mejor dicho, lo que hubiera querido que fuera su vida y justo, en el último momento, en el momento de su muerte, gritó mamá. Eso me hace llegar al siguiente comentario, el de que todo esto no ha sido más que producto de su imaginación, o bien, que esto de las Afueras, no era más que una especie de paraíso, a donde fue su espíritu en el trance final de su muerte. Quizá no estaba tan desencaminado en mis primeros comentarios del libro.

6 comentarios:

panterablanca dijo...

Muy interesante este libro, tendré que leérmelo algún día.
Un lametón de pantera.

Lluís dijo...

Gracias por el lametón.

palabras dijo...

també l'hauré de llegir!

Lluís dijo...

PALABRAS: I tant que si, estic segur que no et decebrà.

Anónimo dijo...

Hola!

Mi nick es precisamente Amante Lesbiano. Vaya, qué casualidad. ¿Cómo no os habré encontrado antes? Bueno, un saludito y que seais felices.

AL

Lluís dijo...

Me alegra mucho que hayas dado con nosotros AL. Gracias por tus deseos. Te deseamos igualmente mucha felicidad.

Saludos